ese.mundo.tuyo

Habia una vez un hombre, que vivía dentro de una bolsa.
La bolsa era trasparente, y estaba prolijamente cerrada
Sólo había un pequeño agujerito, por donde yo colé mi mirada
y como los niños, y sus travesuras, lo divisé en su morada.
Lavaba los platos de costado, como sin decidir su actividad
pensaba continuamente y no podía hablar.
-Hola!-le grité desde el orificio... mi mano se movía,
-Hola!- contestó muy contento, y soltó la taza, que se caía.
Tenía los años caídos, y la camisa cuadriculada
tenía los ojos de un niño, pero triste la mirada.
Quería soltar sus manos, y jugar conmigo a la escondida
pero habia algo que lo ataba y no encontraba la salida.
Yo le decía: "por aqui, mirá!" y mi mano se flameaba
el corría con los ojos, y frustrado me llamaba:
-No te vayas, mi bolsa es muy solitaria
yo le hacía títeres con las manos, y de a ratos se olvidaba.
Todo allí estaba cerrado, las ventanas, los muebles, los objetos
todo perfecamente cuidado, como si nunca hubieran sido descubiertos
"!Vení a explorar el mundo, yo te presto mi báculo,
rompe las bolsas, salí del frasco!"
Escuchaba atentamente mis cuentos e historias, de aquel mundo desconocido
me pedía precauciones, para no tener que sufrir ni un poquito
Yo le explicaba que el sufrimiento, es inherente al camino.
que se animara a caminarlo, a perderse en sus laberintos.
Allí encontraría el consuelo, de sus penas encapsuladas.
A lo mejor decidiera seguir explorando, o volver a su jaula
Pero hubiera habido una acción, y no tantos adjetivos.
Un recuerdo, una imágen, un sonido, un amor, un olvido.
Se hace de noche, y tengo las manos entumecídas-
Le acaricio sus manos, que todavía están frías.
Le digo que no tenga miedo, que la noche no es tan oscura
que la luna podría acompañarlo, y convencerlo de romper sus ataduras.
Voy a volver mañana, traeré más sonrisas y un poquito de azucar
quizás hasta una tijera, papel glasé y plasticola
Armaremos un collage, con las bolsas rotas, los recuerdos tristes, y la libertad que será presente.
lo colgaremos en tu pared, como un trofeo de que "si se puede".
Nunca olvidar las heridas del pasado
nunca encerrarnos en los brazos de la soledad sombría
Siempre resignar, recordar y continuar.
Vení que te doy la mano, animate a volar.
La bolsa era trasparente, y estaba prolijamente cerrada
Sólo había un pequeño agujerito, por donde yo colé mi mirada
y como los niños, y sus travesuras, lo divisé en su morada.
Lavaba los platos de costado, como sin decidir su actividad
pensaba continuamente y no podía hablar.
-Hola!-le grité desde el orificio... mi mano se movía,
-Hola!- contestó muy contento, y soltó la taza, que se caía.
Tenía los años caídos, y la camisa cuadriculada
tenía los ojos de un niño, pero triste la mirada.
Quería soltar sus manos, y jugar conmigo a la escondida
pero habia algo que lo ataba y no encontraba la salida.
Yo le decía: "por aqui, mirá!" y mi mano se flameaba
el corría con los ojos, y frustrado me llamaba:
-No te vayas, mi bolsa es muy solitaria
yo le hacía títeres con las manos, y de a ratos se olvidaba.
Todo allí estaba cerrado, las ventanas, los muebles, los objetos
todo perfecamente cuidado, como si nunca hubieran sido descubiertos
"!Vení a explorar el mundo, yo te presto mi báculo,
rompe las bolsas, salí del frasco!"
Escuchaba atentamente mis cuentos e historias, de aquel mundo desconocido
me pedía precauciones, para no tener que sufrir ni un poquito
Yo le explicaba que el sufrimiento, es inherente al camino.
que se animara a caminarlo, a perderse en sus laberintos.
Allí encontraría el consuelo, de sus penas encapsuladas.
A lo mejor decidiera seguir explorando, o volver a su jaula
Pero hubiera habido una acción, y no tantos adjetivos.
Un recuerdo, una imágen, un sonido, un amor, un olvido.
Se hace de noche, y tengo las manos entumecídas-
Le acaricio sus manos, que todavía están frías.
Le digo que no tenga miedo, que la noche no es tan oscura
que la luna podría acompañarlo, y convencerlo de romper sus ataduras.
Voy a volver mañana, traeré más sonrisas y un poquito de azucar
quizás hasta una tijera, papel glasé y plasticola
Armaremos un collage, con las bolsas rotas, los recuerdos tristes, y la libertad que será presente.
lo colgaremos en tu pared, como un trofeo de que "si se puede".
Nunca olvidar las heridas del pasado
nunca encerrarnos en los brazos de la soledad sombría
Siempre resignar, recordar y continuar.
Vení que te doy la mano, animate a volar.
Etiquetas: poesías
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