consecuencias.del.insomnio.premeditado
Sonaba el despertador, si... estaba sonando, ¿ estaba sonando? me preguntaba mientras trataba de abrir los ojos en esos instantes en que la vigilia y el sueño son un solo terreno.
Me despierto, y no habia sonado el despertador, habría soñado que sonaba, porque eran las ocho menos cuarto y yo lo habia programado para las ocho.
Sigo durmiendo y el despertador comienza a sonar, pero tan lejano, que casi no puedo escucharlo, mi mano, en un movimiento lento y torpe lo deja caer al suelo, donde muere por contusiones varias.
Me levanto, llegaré tarde, porque el desperador está en el suelo, porque soñe que lo escuchaba, porque después creyendo que era un sueño ni le presté antención y lo maté.
Es así que me levanto, finalmente y me doy cuenta que en realidad son las siete de la mañana, que el despertador está donde debería estar, y que ya no se si habrá sonado en mis sueños la primera vez, o de verdad en la segunda vez, sólo sé, que es temprano y podría seguir durmiendo.
Mejor no me voy a dormir, mirá si caigo en la trampa de nuevo, y llego tarde al exámen. Quizás el exámen me perturbó la cabeza, y ya no puedo distinguir entre sueño y vigilia.
Sigo tomando café, no puedo recordar la diferencia entre Hobbes, Locke, Rosseau, Constant, Tocqueville, y Hayek, es tarde, muy tarde, mis ojos están quebrados en mil y un pedazos rojos, mi cara está desecha, "debería haber dormido" me digo a mi misma, pero ya es tarde.
Son las 8am, debo irme, sino llegaré tarde, guardo los apuntes en el estante, nunca los llevo conmigo, cábalas de estudiante, y me dispongo a arreglar un poco mi aspecto para que no me confundan con un zombie.
Me despierto, y no habia sonado el despertador, habría soñado que sonaba, porque eran las ocho menos cuarto y yo lo habia programado para las ocho.
Sigo durmiendo y el despertador comienza a sonar, pero tan lejano, que casi no puedo escucharlo, mi mano, en un movimiento lento y torpe lo deja caer al suelo, donde muere por contusiones varias.
Me levanto, llegaré tarde, porque el desperador está en el suelo, porque soñe que lo escuchaba, porque después creyendo que era un sueño ni le presté antención y lo maté.
Es así que me levanto, finalmente y me doy cuenta que en realidad son las siete de la mañana, que el despertador está donde debería estar, y que ya no se si habrá sonado en mis sueños la primera vez, o de verdad en la segunda vez, sólo sé, que es temprano y podría seguir durmiendo.
Mejor no me voy a dormir, mirá si caigo en la trampa de nuevo, y llego tarde al exámen. Quizás el exámen me perturbó la cabeza, y ya no puedo distinguir entre sueño y vigilia.
Sigo tomando café, no puedo recordar la diferencia entre Hobbes, Locke, Rosseau, Constant, Tocqueville, y Hayek, es tarde, muy tarde, mis ojos están quebrados en mil y un pedazos rojos, mi cara está desecha, "debería haber dormido" me digo a mi misma, pero ya es tarde.
Son las 8am, debo irme, sino llegaré tarde, guardo los apuntes en el estante, nunca los llevo conmigo, cábalas de estudiante, y me dispongo a arreglar un poco mi aspecto para que no me confundan con un zombie.
Etiquetas: exámenes, personalisimos
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