búsquedas
Existen búsquedas que se agotan mientras la lapicera se queda sin tinta, y se pierde el número de teléfono que se quería anotar.
búsquedas efímeras, como la guia telefónica, o las listas de deseos a cumplir
búsquedas que siguen las líneas de la mano, de la cara, y la línea punteada que marca el tic-tac de la ciudad
búsquedas de significados, de piedras filosofales, de objetos perdidos (y encontrados), de vos, de mi.
búsquedas que quieren convertirse en fin, y llamarse a si mismas: -SRA Búsqueda, ¿cómo le va?, ¿cómo se levantó ud esta mañana?¿ le gustaron las medialunas y el jugo de naranja que le preparé?
bús-que-das-de-vidas, de mi vida...
busquedas interiores, si sabré de esos mares que ahogan tanto que puedo convertirm en pez
búsquedas de manos, pies, besos que se esfumarán en la próxima esquina, pero no importa, lo busco y los busco, y cuando los encuentre, los seguiré buscando todas las mañanas, al otro lado de la mesa de luz, entre tu almohada y mi transpiración.
búsquedas chiquitas como la del átomo fundiéonse en la partícula, y el ojo, OjO grande tratando de espiarlo con la trampa del microscopio.
búsquedas llanas y vanales: el botón en el bolsillo, la moneda en el pantalón, el papel del tramite que espera
búsquedas que no se acaban, arrazan con lo que se les cruze, quizás, yo sea parte de ellas, y mis búsquedas se hayan convertido en las tuyas, en la de todos, y las respuestas, sean más búsquedas disfrazadas de profesor, padre, amigo, consciencia.
Una búsqueda es la vida, una vida que se escupe a si misma minutos y segundos, que entre los subtes y colectivos, no habremos podido apreciar. Y aunque quisiéramos, la búsqueda ya la hubiera alcanzado primero: ese sería su significado final y su muerte.
búsquedas efímeras, como la guia telefónica, o las listas de deseos a cumplir
búsquedas que siguen las líneas de la mano, de la cara, y la línea punteada que marca el tic-tac de la ciudad
búsquedas de significados, de piedras filosofales, de objetos perdidos (y encontrados), de vos, de mi.
búsquedas que quieren convertirse en fin, y llamarse a si mismas: -SRA Búsqueda, ¿cómo le va?, ¿cómo se levantó ud esta mañana?¿ le gustaron las medialunas y el jugo de naranja que le preparé?
bús-que-das-de-vidas, de mi vida...
busquedas interiores, si sabré de esos mares que ahogan tanto que puedo convertirm en pez
búsquedas de manos, pies, besos que se esfumarán en la próxima esquina, pero no importa, lo busco y los busco, y cuando los encuentre, los seguiré buscando todas las mañanas, al otro lado de la mesa de luz, entre tu almohada y mi transpiración.
búsquedas chiquitas como la del átomo fundiéonse en la partícula, y el ojo, OjO grande tratando de espiarlo con la trampa del microscopio.
búsquedas llanas y vanales: el botón en el bolsillo, la moneda en el pantalón, el papel del tramite que espera
búsquedas que no se acaban, arrazan con lo que se les cruze, quizás, yo sea parte de ellas, y mis búsquedas se hayan convertido en las tuyas, en la de todos, y las respuestas, sean más búsquedas disfrazadas de profesor, padre, amigo, consciencia.
Una búsqueda es la vida, una vida que se escupe a si misma minutos y segundos, que entre los subtes y colectivos, no habremos podido apreciar. Y aunque quisiéramos, la búsqueda ya la hubiera alcanzado primero: ese sería su significado final y su muerte.
Etiquetas: prosa poética
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