¿Qué es lo que hay que hacer?
Cuando estamos derrotados y tenemos ganas de llorar. Lloramos y esas lágrimas mojan mas que las propias mejillas.
Cuando queremos bajar los brazos, atar cabos que no tienen punta. Creemos que todo cierra como un círculo pero no le encontramos lógica alguna y el sentimiento de fracaso nos oprime tan fuerte el pecho que todos los demás sentidos, se ven nublados por un momento.
Momento en el que predomina la crítica, la culpa, los reproches y las palabras que duelen porque no entienden. No entienden porque no estan dentro de nosotros, son personas diferentes, que piensan diferente y viven diferente; creo que tan solo basta con que nosotros nos entendamos y nos perdonemos.
Pero también es pequeño pozo, negro, frío, oscuro, donde se grita a uno mismo lo desconfome que esta con sus acciones, donde no existe otro enemigo más que la propia conciencia, que no nos deja escuchar las posibles soluciones al problema.
Porque en realidad no existe el fracaso; existen los reproches, las vuelta atrás, las hipotéticas suposiciones de como hubieran sido las cosas si hubieran pasado tal o cual cosa, que no construye nada, ( el pasado pisado, dicen por ahi) sino mas bien destruye.
Entonces, ¿por qué nos sentimos tan abatidos, pisteados, fracasados, cuando las cosas no salen como pensabamos que tenían que salir?
Yo creo que a veces, nuestro pequeño, e insignificante mundo, no nos funciona como nosotros quisieramos, por ej: lo que uno sabe ( o cree saber) no hace conexión con la cabeza en el momento indicado, el gran peso del esfuerzo invertido esperando ser aliviado se convierte en una carga aun mas pesada, las personas , decimos que cambian ( o quizas nunca las conocimos), etc.
Es allí cuando queremos bajar los brazos, justificar lo injustificable y hundirnos aun más en un pozo imaginario, que en cierto modo nos resguarda de lo que realmente habría que hacer.
La gran pregunta es ¿qué es lo que hay que hacer?
Simplemente hay que aceptar las derrotas ( dicen siempre derrotado, jamás vencido) reconocer que aunque a veces creamos que tenemos todo bajo control, el mundo en general esta más alla de nuestro alcance y mas que nada, seguir dandole pelea a la vida. Plantearnos el desafio de no dejarnos vencer nunca, hasta la muerte... y aprender de las caídas, para que cada una de ellas sea cada vez mas productiva, porque siempre va a haber personas que esten con nosotros para alcanzarnos la toalla cuando estemos apunto de tirarla, y recordanos, que mas alla de eso hay muchas cosas mas por las que vale la pena estar vivo.
Yo sé que lo vas a leer, lo hice pensando en vos. Sabés que siempre voy a ser el otro pilar que te sustente y las cosas solo te las debes a vos mismo. Yo estoy con vos para acompañarte y hacerte mas fuerte, y para que vos también hagas lo mismo conmigo, porque lo único que nos debemos el uno al otro, es el amor que nos tenemos.
Cuando queremos bajar los brazos, atar cabos que no tienen punta. Creemos que todo cierra como un círculo pero no le encontramos lógica alguna y el sentimiento de fracaso nos oprime tan fuerte el pecho que todos los demás sentidos, se ven nublados por un momento.
Momento en el que predomina la crítica, la culpa, los reproches y las palabras que duelen porque no entienden. No entienden porque no estan dentro de nosotros, son personas diferentes, que piensan diferente y viven diferente; creo que tan solo basta con que nosotros nos entendamos y nos perdonemos.
Pero también es pequeño pozo, negro, frío, oscuro, donde se grita a uno mismo lo desconfome que esta con sus acciones, donde no existe otro enemigo más que la propia conciencia, que no nos deja escuchar las posibles soluciones al problema.
Porque en realidad no existe el fracaso; existen los reproches, las vuelta atrás, las hipotéticas suposiciones de como hubieran sido las cosas si hubieran pasado tal o cual cosa, que no construye nada, ( el pasado pisado, dicen por ahi) sino mas bien destruye.
Entonces, ¿por qué nos sentimos tan abatidos, pisteados, fracasados, cuando las cosas no salen como pensabamos que tenían que salir?
Yo creo que a veces, nuestro pequeño, e insignificante mundo, no nos funciona como nosotros quisieramos, por ej: lo que uno sabe ( o cree saber) no hace conexión con la cabeza en el momento indicado, el gran peso del esfuerzo invertido esperando ser aliviado se convierte en una carga aun mas pesada, las personas , decimos que cambian ( o quizas nunca las conocimos), etc.
Es allí cuando queremos bajar los brazos, justificar lo injustificable y hundirnos aun más en un pozo imaginario, que en cierto modo nos resguarda de lo que realmente habría que hacer.
La gran pregunta es ¿qué es lo que hay que hacer?
Simplemente hay que aceptar las derrotas ( dicen siempre derrotado, jamás vencido) reconocer que aunque a veces creamos que tenemos todo bajo control, el mundo en general esta más alla de nuestro alcance y mas que nada, seguir dandole pelea a la vida. Plantearnos el desafio de no dejarnos vencer nunca, hasta la muerte... y aprender de las caídas, para que cada una de ellas sea cada vez mas productiva, porque siempre va a haber personas que esten con nosotros para alcanzarnos la toalla cuando estemos apunto de tirarla, y recordanos, que mas alla de eso hay muchas cosas mas por las que vale la pena estar vivo.
Yo sé que lo vas a leer, lo hice pensando en vos. Sabés que siempre voy a ser el otro pilar que te sustente y las cosas solo te las debes a vos mismo. Yo estoy con vos para acompañarte y hacerte mas fuerte, y para que vos también hagas lo mismo conmigo, porque lo único que nos debemos el uno al otro, es el amor que nos tenemos.
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