notas.de.sueño
Tendríamos que recuperar las voces, los brazos, los colores, la chispa perdida en tantos rincones y nunca más olvidar las tardes de primavera y la luna de verano.
Tendríamos que volvernos minúsculos, pura sensación, aire fresco de la bruma marina y danzar junto con las olas y unas manos a la deriva de la pasión.
Tendríamos que vender nuestras piernas, y todos sus caminos pero aun así que cada huella quedara intacta, impoluta, indisoluble.
Tendríamos que elevarnos con las alas de la imaginación más seguido, soñar despiertos, y creer en la mágia y misterios de las pequeñas cosas.
Deberíamos darnos un respiro de la aceleración de la rutina, exhalar todo lo que nos rodea y expulsarlo al mismo tiempo, flamear la bandera blanca y dejarnos llevar por una canción.
Deberíamos poder quedarnos sin nada material, solos, entre los vestigios de nuestra alma y allí pasear por sus pasillos y jardines secretos.
Deberíamos encontrarnos en aquella esquina inventada, bajo aquel farol apagado, entre las casas grises y tristes mirandonos, y solo allí, entre "Tiempo" y "Vida" encontrar las respuestas.
Deberíamos sonreir a borbotones, llorar ríos de existencia gastada por minutos incomprendidos y asesinados, expirar cantitades agigantadas de carcajadas, absurdas, paradójicas, sin sentido, y nunca guardar las emociones en cajas de cristal acoradazas.
Tendríamos que volvernos minúsculos, pura sensación, aire fresco de la bruma marina y danzar junto con las olas y unas manos a la deriva de la pasión.
Tendríamos que vender nuestras piernas, y todos sus caminos pero aun así que cada huella quedara intacta, impoluta, indisoluble.
Tendríamos que elevarnos con las alas de la imaginación más seguido, soñar despiertos, y creer en la mágia y misterios de las pequeñas cosas.
Deberíamos darnos un respiro de la aceleración de la rutina, exhalar todo lo que nos rodea y expulsarlo al mismo tiempo, flamear la bandera blanca y dejarnos llevar por una canción.
Deberíamos poder quedarnos sin nada material, solos, entre los vestigios de nuestra alma y allí pasear por sus pasillos y jardines secretos.

Deberíamos encontrarnos en aquella esquina inventada, bajo aquel farol apagado, entre las casas grises y tristes mirandonos, y solo allí, entre "Tiempo" y "Vida" encontrar las respuestas.
Deberíamos sonreir a borbotones, llorar ríos de existencia gastada por minutos incomprendidos y asesinados, expirar cantitades agigantadas de carcajadas, absurdas, paradójicas, sin sentido, y nunca guardar las emociones en cajas de cristal acoradazas.
Podríamos fluir como la mismisima sangre por las venas, caer por todos los abismos y alzar la vista para nunca cansarnos.
Podríamos llenar los bolsillos con jazmines para recordar que la vida tiene sus pequeñas exquiciteces, pero luego, pasear en praderas sin límite, desnudos y despojados de cualquier atadura.
Podríamos soñar estar vivos y un día despertar adoloridos en un mundo de ruido y caos, llorando por tener que nacer y asumir esa premisa para siempre.
Podríamos nacer tantas veces, y morir en cada suspiro, solo es cuestión de liberarnos y no seguir el camino estipulado,
Tendríamos, deberíamos y podríamos zig-zagerar sin cesar.
Podríamos llenar los bolsillos con jazmines para recordar que la vida tiene sus pequeñas exquiciteces, pero luego, pasear en praderas sin límite, desnudos y despojados de cualquier atadura.
Podríamos soñar estar vivos y un día despertar adoloridos en un mundo de ruido y caos, llorando por tener que nacer y asumir esa premisa para siempre.
Podríamos nacer tantas veces, y morir en cada suspiro, solo es cuestión de liberarnos y no seguir el camino estipulado,
Tendríamos, deberíamos y podríamos zig-zagerar sin cesar.
0 Comentarios:
Publicar un comentario
<< Volver a mi.rayuela