mochila.de.viaje
Todos tenemos nuestra mochila, esa que cargamos todos los días, juntos con las monedas para el colectivo, las llaves de la casa, y algún que otro libro para el viaje.
¿Qué viaje? Aquel que emprendemos todos los días desde que nacemos hasta que morimos, en el que siempre conocemos cosas nuevas, sacamos fotos interiores, juzgamos las diferencias, nos sentimos como turistas, o como lugareños propiamente dicho, aquel en el que nos formamos, tomamos posiciones en contraposición a los otros nos conocemos y conocemos todo lo que nos rodea.
El viaje es la vida, pero tiene una particularidad, no es como cualquier viaje que puede atrasarse para más adelante, o abortarse tan facilmente como cuando sacas los pasajes de vuelta y listo.
Este viaje es un viaje de ida, sin un destino determinado, en el cual nosotros no decidimos cuando empezaba, sino empezó simplemente aquel día en el que festejamos nuestra antiguedad de extistencia. A partir de allí, tuvimos que ir cargado cosas en nuestra mochica, para tener más herramientas y resolver este acertijo de la mejor manera posible.
Como dije, es también un acertijo, o también un laberinto, en donde hay tantas salidas, tantos callejones sin salida, y atajos, que las posibilidades y combinaciones son infinitas, solo depende de la forma en que encaremos ese viaje. El punto también es ¿hasta donde decidimos todo lo que querriamos que pasara, es todo cuestión de esfuerzo, existe la suerte, hay algo más poderoso que nosotros que nos controla?
Nadie sabe que le espera al final del camino, o si, efectivamente nos espera algo, solo sabemos que vivimos, y que vivimos porque existimos, y que existimos porque pensamos que así es. Entonces luego de este infantil silogismo podremos deducir que la mochila del viaje, esta en nuestra cabeza. Allí donde se almacenan todos los recuerdos, vivencias, y sensaciones de este mundo significativo. Digo significativo, ya que, otra cualidad que caracteriza este viaje, es que es un viaje hablado, comunicado, compartido, intersubjetivo. De esta manera podemos relacionarnos, hacer más ameno el camino, conocer mejores formas de resolver el acertijo, aminorar la carga, apoyarse en alguien que sabemos nos sostendrá en aquellos momentos dificiles.
Entonces es una mochila de recuerdos pero tambien una mochila de emociones compartidas con los otros. Es por eso que somos animales sociales, como dijo el viejo y querido "amigo" Platón. No seriamos hombres en si mismos sin esa cualidad, se vería reducida o acotada a lo que todos en cierto sentido compartimos, que es ser mamíferos.
Pero aqui cabe preguntarse otras cosas también. Muchos filosofos modernos se plantean la idea de hasta que punto el hombre es en verdad un hombre en la etapa del capitalismo. Hasta donde podemos definir a este hombre oprimido, alienado, y extrañado de su propia naturaleza como una expresión de las capacidades humanas universales. Por ello es que han surgido muchas teorias en donde ya no se lo llama hombre, sino individuo, ¡que mejor para describir al hombre post-moderno como individuo! alguien que solo piensa en sus propios deseos y bienestar a costa, mucha de las veces de los otros. Alguien a quien se lo ha reducido a su capacidad unipersonal de consumo y sumisión, un ser particular pero a la vez masificado al cual se le ha quitado toda su esencia de hombre: la capacidad de creación, critica, duda, cambio.
Un ejercito de almas, que poco a poco se van quedando sin cuerpos vagan por este mundo, sus mochilas son cada vez mas vacias, pobres, tristes y se dejan morir en la ignorancia y la opresión.
¿Por qué? Por miedo seguramente, por un montón de pequeñas sujeciones y ataduras, donde el pensmaiento queda acotado a cuatro paredes, a las cualidades de comer, dormir y tener un lguar donde dormir. Se les quita absolutamente todo lo que sostiene aquella mochila, se crea una ilusión de que el viaje es mas arduo y duro, cuando el viaje no es de ninguna manera, es un mundo de posibilidades y no posibilidades, donde todo es y no es al mismo tiempo, no tiene sentido. Nosotros, le damos el sentido al significarlo con nuestro lenguaje y con los signos y simbolos también, entonces nosotros mismos estamos significando el viaje como más dificil, como medio de cooptación de ver otra realidad posible.
Empecé hablando de la mochila, aquella que algunos la tienen llena de cosas, importantes o no tan importantes, y otros la tienen totalmente vacia, por desición propia o porque no conocieron otra posibilidad.
Solo algunas veces, algunas personas, no solo cargan con su mochila, sino con la de los otros, o simplemente quieren explicar como funciona todo, encontrarle un sentido al mundo del sentido en el que vivimos, y eso es un ejercicio muy arduo, que nunca se termina. Es como el viaje de ida en la vida, el viaje del conocimiento es exactamente igual.
Yo por si acaso tengo reservado un asiento hasta el año 2090, por que estoy segura que aunque no quedara nada, o cambiaría todo tan drásticamente que ya no podríamos reconocernos, en última instancia siempre nos quedara el pensamiento. ¡Podemos hacer tantas cosas con él!
Llenemos nuestras mochilas lo más posibles para mirar a los ojos a este mundo y así poder cambiarlo.
¿Qué viaje? Aquel que emprendemos todos los días desde que nacemos hasta que morimos, en el que siempre conocemos cosas nuevas, sacamos fotos interiores, juzgamos las diferencias, nos sentimos como turistas, o como lugareños propiamente dicho, aquel en el que nos formamos, tomamos posiciones en contraposición a los otros nos conocemos y conocemos todo lo que nos rodea.
El viaje es la vida, pero tiene una particularidad, no es como cualquier viaje que puede atrasarse para más adelante, o abortarse tan facilmente como cuando sacas los pasajes de vuelta y listo.
Este viaje es un viaje de ida, sin un destino determinado, en el cual nosotros no decidimos cuando empezaba, sino empezó simplemente aquel día en el que festejamos nuestra antiguedad de extistencia. A partir de allí, tuvimos que ir cargado cosas en nuestra mochica, para tener más herramientas y resolver este acertijo de la mejor manera posible.
Como dije, es también un acertijo, o también un laberinto, en donde hay tantas salidas, tantos callejones sin salida, y atajos, que las posibilidades y combinaciones son infinitas, solo depende de la forma en que encaremos ese viaje. El punto también es ¿hasta donde decidimos todo lo que querriamos que pasara, es todo cuestión de esfuerzo, existe la suerte, hay algo más poderoso que nosotros que nos controla?
Nadie sabe que le espera al final del camino, o si, efectivamente nos espera algo, solo sabemos que vivimos, y que vivimos porque existimos, y que existimos porque pensamos que así es. Entonces luego de este infantil silogismo podremos deducir que la mochila del viaje, esta en nuestra cabeza. Allí donde se almacenan todos los recuerdos, vivencias, y sensaciones de este mundo significativo. Digo significativo, ya que, otra cualidad que caracteriza este viaje, es que es un viaje hablado, comunicado, compartido, intersubjetivo. De esta manera podemos relacionarnos, hacer más ameno el camino, conocer mejores formas de resolver el acertijo, aminorar la carga, apoyarse en alguien que sabemos nos sostendrá en aquellos momentos dificiles.
Entonces es una mochila de recuerdos pero tambien una mochila de emociones compartidas con los otros. Es por eso que somos animales sociales, como dijo el viejo y querido "amigo" Platón. No seriamos hombres en si mismos sin esa cualidad, se vería reducida o acotada a lo que todos en cierto sentido compartimos, que es ser mamíferos.
Pero aqui cabe preguntarse otras cosas también. Muchos filosofos modernos se plantean la idea de hasta que punto el hombre es en verdad un hombre en la etapa del capitalismo. Hasta donde podemos definir a este hombre oprimido, alienado, y extrañado de su propia naturaleza como una expresión de las capacidades humanas universales. Por ello es que han surgido muchas teorias en donde ya no se lo llama hombre, sino individuo, ¡que mejor para describir al hombre post-moderno como individuo! alguien que solo piensa en sus propios deseos y bienestar a costa, mucha de las veces de los otros. Alguien a quien se lo ha reducido a su capacidad unipersonal de consumo y sumisión, un ser particular pero a la vez masificado al cual se le ha quitado toda su esencia de hombre: la capacidad de creación, critica, duda, cambio.
Un ejercito de almas, que poco a poco se van quedando sin cuerpos vagan por este mundo, sus mochilas son cada vez mas vacias, pobres, tristes y se dejan morir en la ignorancia y la opresión.
¿Por qué? Por miedo seguramente, por un montón de pequeñas sujeciones y ataduras, donde el pensmaiento queda acotado a cuatro paredes, a las cualidades de comer, dormir y tener un lguar donde dormir. Se les quita absolutamente todo lo que sostiene aquella mochila, se crea una ilusión de que el viaje es mas arduo y duro, cuando el viaje no es de ninguna manera, es un mundo de posibilidades y no posibilidades, donde todo es y no es al mismo tiempo, no tiene sentido. Nosotros, le damos el sentido al significarlo con nuestro lenguaje y con los signos y simbolos también, entonces nosotros mismos estamos significando el viaje como más dificil, como medio de cooptación de ver otra realidad posible.
Empecé hablando de la mochila, aquella que algunos la tienen llena de cosas, importantes o no tan importantes, y otros la tienen totalmente vacia, por desición propia o porque no conocieron otra posibilidad.
Solo algunas veces, algunas personas, no solo cargan con su mochila, sino con la de los otros, o simplemente quieren explicar como funciona todo, encontrarle un sentido al mundo del sentido en el que vivimos, y eso es un ejercicio muy arduo, que nunca se termina. Es como el viaje de ida en la vida, el viaje del conocimiento es exactamente igual.
Yo por si acaso tengo reservado un asiento hasta el año 2090, por que estoy segura que aunque no quedara nada, o cambiaría todo tan drásticamente que ya no podríamos reconocernos, en última instancia siempre nos quedara el pensamiento. ¡Podemos hacer tantas cosas con él!
Llenemos nuestras mochilas lo más posibles para mirar a los ojos a este mundo y así poder cambiarlo.
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