asi.es.la.vida
Quien no quisiera que el mundo fuera abrazos y besos. Un recipiente lleno de agua tibia. Una brisa cálida de verano. Una caricia. Un "te quiero". Un amor. Una sola unidad
Pero parece que se rompe, se desgarra y grita su dolor en cada una de sus hojas, que se mueren en los asfaltos hirvientes de ciudades que ya no tienen nombres.
Lloran los edificios, sus habitantes anónimos, y comienza a crecer un muro invisible de ceguera y odio.
Ya nada puede ser simple, el rompecabezas se desordena y ya no podemos entendernos. Hablamos diferente lenguajes, no tenemos la paciencia suficiente para tratar de comprender su significado. Crece la intolerancia, la falta de tacto y la indiferencia.
Nos convertimos en extraños, esos mismos que una vez fueron hermanos, amigos, compañeros, ya no son nada más que nombres abstractos que cumplen con las reglas de cortesía. Cada palabra es como una daga que va levantando lo poco o nada que queda de aquel caramelo de frutilla recien desenvuelto del papel.
No conozco los motivos de la incertidumbre que nos rodea, no conozco otra forma de ser lo que soy, supongo que hemos trazado los caminos con colores diferentes. Y mi mundo de fantasía, solo viven en mi cabeza, dónde no caben los finales tristes.
Pero parece que se rompe, se desgarra y grita su dolor en cada una de sus hojas, que se mueren en los asfaltos hirvientes de ciudades que ya no tienen nombres.
Lloran los edificios, sus habitantes anónimos, y comienza a crecer un muro invisible de ceguera y odio.
Ya nada puede ser simple, el rompecabezas se desordena y ya no podemos entendernos. Hablamos diferente lenguajes, no tenemos la paciencia suficiente para tratar de comprender su significado. Crece la intolerancia, la falta de tacto y la indiferencia.
Nos convertimos en extraños, esos mismos que una vez fueron hermanos, amigos, compañeros, ya no son nada más que nombres abstractos que cumplen con las reglas de cortesía. Cada palabra es como una daga que va levantando lo poco o nada que queda de aquel caramelo de frutilla recien desenvuelto del papel.
No conozco los motivos de la incertidumbre que nos rodea, no conozco otra forma de ser lo que soy, supongo que hemos trazado los caminos con colores diferentes. Y mi mundo de fantasía, solo viven en mi cabeza, dónde no caben los finales tristes.
Etiquetas: crítica social, de la vida, mundo feo
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